Hoy en día, gracias a los numerosos avances tecnológicos, es posible una mayor accesibilidad, siendo primordial la accesibilidad en cuanto a transporte para facilitar la autonomía de personas que padecen algún tipo de discapacidad física.
El transporte es algo esencial en la vida de todas las personas, y en especial para las personas discapacitadas .Una de las cosas que más independencia nos da a los usuarios de silla de ruedas, es disponer de un vehículo adaptado para poder movernos con total libertad. Por desgracias, aunque se ha avanzado mucho, el transporte público muchas veces no está adaptado, con lo cual tener un vehículo propio se convierte en algo casi imprescindible, para conseguir una mayor independencia .
Debido a todo ello, nos vemos en la necesidad de tener que adquirir un vehículo propio, pero nos encontramos con numerosos impedimentos, ya que todos los coches no son accesibles para las diversas adaptaciones.
Al coste del propio vehículo, hay que añadirle el de la adaptación, la cual muchas veces cuesta más que que adquirir el vehículo por ello, muchas personas que se ven en la necesidad de adquirir un vehículo adaptado no se pueden permitir ese elevado coste, ya que las subvenciones son las mínimas, no llegando a cubrir ni el 25% de la adaptación.
Los beneficios que encontramos al tener un coche adaptado son numerosos, pues al tener una mayor accesibilidad en el vehículo, no es necesario trasladar a la persona a un asiento, ya que ellos pueden hacerlo desde su propia silla de ruedas, conllevando una mayor autonomía, tanto para el paciente como para sus familiares.
Hay varios tipos de adaptaciones, como por ejemplo la grúa de traslado, que nos permite transferir a la persona de la silla de rueda al asiento sin esfuerzo, pudiendo esta ser mecánica o totalmente eléctrica.
Las adaptaciones más comunes para posibilitar que un pasajero pueda subir con una silla eléctrica al coche, consiste en rebajar ligeramente la parte de atrás del coche, e instalar una rampa que permita que el usuario suba en su propia silla al coche. Una vez dentro del vehículo, la silla queda fijada mediante unos anclajes traseros especiales, por lo que normalmente, el usuario se queda detrás de los asientos traseros.
Aunque, también existe otro tipo de adaptación similar a la anterior, en la que el pasajero no queda tan excluido. En esta, se suprime uno de los asientos traseros, quedando situado el usuario tras el conductor e integrado con todos los pasajeros.
Las adaptaciones traseras se pueden hacer en multitud de vehículos, como pueden ser: Mercedes Vaneo, Fiat Multipla, Citroen C8, Renault Kangoo, Citroen Berlingo, Volkswagen Caddy, etc.
FUENTES
Imágenes: Propias.
Vídeo: Propio, subido a mi canal de Youtube. Usuario RafaZamakita.